Capítulo 2: Salimos del pueblo.
Tao abrió la puerta de nuestra
habitación a la mañana siguiente para limpiarla. Le dejamos pasar mientras que bajábamos
a desayunar y Emmy se secaba el pelo. Luke y Alice ya estaban abajo en la
pequeña sala de estar donde Candela servía cafés. Nos sentamos todos menos
Emmy, que seguía en la habitación, para comenzar a desayunar. Cuando de repente
llegó Tao después de recoger para acompañarnos. Se sirvió a él también y
comenzó a hacernos preguntas sobre las llaves.
-Así que venís buscando unas
llaves de oro, que os conducirán hasta un maravilloso tesoro maya. No parece
muy creíble, seguro que si existen esas llaves no están aquí, en Sienséur no
hay nada interesante. –Dijo Tao en tono despectivo-.
-Lo de las llaves es verdad, ya
tenemos la primera. ¿Seguro que aquí no hay nada interesante? Las inscripciones
nos han traído aquí por algo. Alguna montaña, castillo, cueva, lago… Algo
significativo.-Le respondió Alice alterándose en las últimas palabras-.
-Pues hay una antigua caverna a
pocos quilómetros del pueblo que está hecha de hielo. La leyenda dice que era
un templo esquimal, pero nadie lo certifica. Es como una pirámide, en el
sentido de que está lleno de trampas. –Dijo él buscando fotos en su ordenador-.
-¿A cuántos quilómetros exactamente?
Es por saber cuánto tardaríamos en llegar.-Dijo Raquel-.
-A unos veinte quilómetros. Hay
que ir a pie a causa de la tormenta nadie se atreve a ir hasta allí en coche.
Con esto último, Tao recogió el
desayuno y se metió en la cocina para hablar con Candela. Nosotros subimos a la
habitación para preparar la expedición. Cuando Luke y Alice entraron en su
habitación encontraron que estaba mucha más revuelta que cómo la habían dejado.
Alice bajó a pedirle explicaciones a Candela pero ella estaba demasiado ocupada
haciendo recuento para saber si a ella le habían cogido algo. Subí junto con
Luke temiéndonos que hubiesen entrado buscando la llave. Pero la rosa de oro
estaba en mi habitación, justo en la que no entraron por estar Emmy en su
interior. No se habían llevado nada más. Aunque no se lo dije a Luke, lo más
seguro era que Allan había entrado en la habitación. Guardamos bajo llave nuestro
equipaje y salimos preparados para pasar un día o dos bajo la fría tormenta de
Siberia. Candela se quedó en el pueblo recogiendo el hotel. En la calle había
muy poca gente. La mayoría corría escapando de la tormenta, que poco a poco
llenaba el paisaje de nieve. Tao iba delante junto a mí hablándome de cosas de
Siberia y diciéndome algún piropo de vez en cuando. No le dije nada porque mi relación
con Luke no iba demasiado bien. Salimos del pueblo y
entramos en un bosque en el que los árboles no se distinguían por toda
la nieve que llevaban encima. Poco se puede decir del paisaje, solamente cambió
cuando una luz se vio al fondo del camino misteriosamente.
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