¿Os gusta la novela?
¿Que queréis que pase?
¿Quién debe llevarse la llave de Siberia?
Comentad con las respuestas :) Gracias
miércoles, 9 de mayo de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
Capítulo 8 :)
Capitulo 8: Os dije que volvería.
Los chicos pasaron la noche bajo
el hielo, separados pero unidos por las mutuas esperanzas de que un haz de luz
iluminase su oscuro camino.
...
Alice guardó las manos en sus
bolsillos y se mordió el labio inferior para que sus dientes no chasquearan con
el frío. Raquel la seguía procurando no decir nada que le recordase a su padre.
Comenzaba a hacerse mucho más fuerte la ventisca que estaba pasando por aquel
bosque. La casa de Mar se podía divisar a varios metros, su cálida luz relucía
tanto como las tenues luces del pueblo. Ambas chicas perdían la fuerza y sus
piernas comenzaban a temblar, Alice ayudó a Raquel para que continuara
caminando, pero esta se había desplomado sobre la nieve y ya no tenía ganas de
moverse. Mar apareció en el camino y le cogió la mano, se levantó y continuaron
caminando. Se sentaron junto a la chimenea y le contaron cosas sobre lo que las
había pasado en Londres. El viento golpeaba la ventana, pronto la abriría o
rompería el cristal. Si había conseguido tirarlas al suelo podría hasta
derribar la cabaña. Así fue, tras unos minutos de tranquilidad, los cristales
se rompieron. La puerta se abrió y el gato corrió hacia fuera por el miedo. Mar
les ayudó a levantarse y salieron de allí siguiendo al gato. Pasaron por el
mismo camino que el día anterior, lo dedujeron por la distancia desde el
pueblo, porque era imposible saberlo por el paisaje. Ya sin contar que sin
ventisca, es todo igual. Caminaron durante varias horas hasta llegar al lago,
con todo aquel frío, el hielo se había endurecido y ya era seguro pasar por él.
Repitieron el camino que habían
hecho los chicos antes hasta llegar a la plaza, allí se dirigieron bajando por
el abismo pero antes de llegar al lugar donde se encontraban Candela y Flora,
Mar dijo:
-Este lugar me da mucho miedo, no
puedo seguir bajando.
-Yo tampoco, Alice, lo siento.
-¿De qué estáis hablando? No lo
diréis en serio, ¿No?-Dijo Alice con los ojos como platos-.
-Alice, tengo miedo, frío,
hambre, cansancio y sueño.-Respondió Raquel-.
-¿Crees que yo no? Pero más que
eso, tengo ganas de encontrar a los niños, porque seguro que ellos tienen más
miedo que nosotras. Si no vais a venir, la que lo siente por vosotras, soy yo.
-Te esperaremos fuera-Dijo Raquel
llorando abrazada a ella-.
-Hay un atajo para llegar al
pueblo pero es solo de ida. Podemos ir por ahí.
-Adiós, Raquel. Ahora sí, si
cuando vuelvas a la caverna a buscarme porque no he ido al pueblo, no estoy,
sabrás porque es.-Dijo Alice dándose la vuelta-.
Se separaron la una de la otra y
caminaron en sentido contrario sin mirar a atrás. En el fondo Alice la entendía
y se dijo mil veces a sí misma para no cambiar de opinión, que hiciera lo que
hiciera siempre le querría.
A Flora se le iluminaron los ojos
de alegría y corrió para abrazar a Alice. Esta le cogió al vuelo y la llevó
hasta donde estaba Candela. Alice escuchó el relato de lo que había pasado con
Tao y consoló a Candela, tras eso les dijo:
-Así que el único problema que
tenéis para pasar es la distancia. Eso lo puedo arreglar yo.-Dijo agarrando a
Flora y saltando con ella el abismo-.
-Me parece muy bien, pero yo peso
mucho más que Flora... –Dijo Candela suspirando-.
-No te preocupes, puedo
contigo.-Respondió Alice sonriendo-.
Cuando consiguieron pasar
abrieron la puerta con la inscripción RO y llegaron a la sala de las reinas.
Allí encontraron a Luke y Emmy junto con el lobo que provocó cierta impresión
en Flora. Candela volvió a sonreír mientras que corría hasta el tremendo animal.
Le abrazó con tanta fuerza que apenas podía respirar finalizado el saludo.
Todos le miraron como si ella fuera la única que entendiese lo que allí ocurría
y les estuviera ocultando algo. Por eso Candela se propuso darles una breve
explicación...
-Esta es Vilca. Es un lobo de
hielo, la última de su especie. Cuando éramos pequeños, Tao y yo, veníamos a la
caverna con nuestros padres. Uno de esos días Tao encontró a Vilca herida y la
curó con ayuda de mi madre. Vilca quedó agradecida de nosotros para siempre y
se vino a la casa del pueblo como mascota. Cuando murió mi padre Vilca le
encontró muerto y se asustó tanto que corrió de nuevo a la caverna. Después de
eso no la volví a ver hasta hoy.
-Que historia tan bonita,
Candela. –Dijo Flora mirando a Vilca-.
-Vilca significa lobo en nuestro
idioma. Pero... ¿Cómo le habéis conocido vosotros?-Respondió Candela-
-La vimos en el laberinto y nos
persiguió porque le dimos de comer.-Comentó Emmy poniendo la mano en el hombro
de Luke-.
-¿Qué os parece si pasamos al
tema principal? Hemos visto a Allan entrando por esa puerta. ¿Sabíais que está
en Siberia?-Preguntó Luke-.
-Lo sabemos, ha matado a
Tao...-Dijo Candela derramando sus lágrimas sobre el blanco suelo de la
estacia-.
Emmy y Luke se callaron,
prefirieron no preguntar para no seguir hiriendo a Candela.
Volvían a estar todos juntos,
menos por Raquel y Mar, que en ese momento caminaban por encima de sus cabezas
buscando el atajo para llegar al pueblo.
...
Los chicos se colocaron delante
de la reina más grande y escribieron las dos sílabas que ya conocían.
CO-RO-[...]
En ese momento Allan entró de
nuevo en la sala con la mochila de Flora en la mano y diciendo:
-Corona. Eso es lo que hay que
buscar y colocar sobre la fría cabeza de la reina maya de Siberia. Los mayas
dominaron también Siberia y Andrómeda después de su expulsión de América. Os lo
digo a sabiendas de que no encontraréis antes que yo la corona. Aún así os
deseo toda la suerte que vais a necesitar.-Dijo Allan haciendo pasar al interior
de la sala una docena de hombres vestidos de la misma forma que los que se
habían encontrado en Andrómeda-.
No pasaron dos ni dos segundos y
Alice, junto con Vilca, había empezado a luchar contra ellos. Derrotándolos
poco a poco. Candela, persiguió a Allan por la sala sin decir nada. Esperando
poder vengarse de él por la muerte de su hermano. Emmy, Luke y Flora empezaron
a buscar, reina a reina, una corona para colocar sobre la corona de la mayor.
...
No pasó ni una hora y el pequeño
ejército de Allan estaba fuera de combate completamente. Alice y Vilca buscaron
por el lugar a los chicos, pero solo oyeron los pasos de Candela persiguiendo a
Allan. Le siguieron hasta llegar al centro de la sala, Allan se paró y atacó a
Candela con rápidas patadas. Vilca ayudó a Candela pero también fue derrotado
por Allan. Era un uno contra uno. Allan contra Alice en una batalla por la
llave de Siberia...
viernes, 4 de mayo de 2012
Capitulo 7 *-*
Capítulo 7: Las mil y una reinas
Unas cien filas de pequeñas
estatuas con forma de reina se alzaban sobre las cabezas de Emmy y Luke. Cada
una de ellas en una pose diferente y adornada por joyas de todo tipo. Collares,
anillos, pendientes… Aunque ninguna corona. Caminaron por la sala pasando la
mano por las reinas, apartándola por el frío y observando cada uno de los
detalles tan marcados. En el centro se alzaba la reina más grande, tres metros
de hielo y tremenda majestuosidad. A sus pies, un tabla de piedra con
inscripciones. Luke se colocó delante de ella y empezó leer.
Busca la
[…] de la reina.
Emmy apoyó sus manos sobre la
tabla y empezó a pensar sobre ello. Había una palabra omitida en la frase, la
respuesta tenía que estar dentro de la cueva, pero… ¿Dónde?
Luke volvió a la puerta e intentó
abrirla un poco, para comprobar que la bestia se había ido. En efecto, estaba
todo despejado, se metió de nuevo en el laberinto y dijo:
-Emmy, mira esto. Tiene que
significar algo.-Dijo observando la inscripción de la puerta que decía CO-.
-A lo mejor es parte de lo que
falta en la tabla.
-¿Y cómo encontraremos el resto
de la palabra? Yo no quiero volver a perderme por el laberinto.
-Debe haber otra forma…
En ese momento la bestia salió de
las sombras y se lanzó contra Luke. Intentó escapar pero no pudo, cuando se
quiso dar cuenta ya no tenía salida. Cerró los ojos y sintió algo húmedo en la
cara. Los volvió a abrir poco a poco y observó como el lobo le lamía la cara.
En señal de alivio, Luke suspiró
acariciando su pelaje. El intimidante rostro de la bestia reflejaba serenidad,
se sentía mucho más tranquilo que antes. Luke le acariciaba de tal manera que
parecía que era su perro. De un momento a otro se oiría la frase:
-Emmy, ¿Nos lo podemos quedar?
Pero Emmy era la persona que más
miedo le tenía a los perros y más si medían poco menos que ella. El lobo les
trajo la mochila, pidiendo más comida como la que habían guardado allí. Al
principio le dieron lo que tenían porque el pobre no debía comer normalmente,
pero al acabárseles la comida el lobo seguía reclamando alimento. Les siguió
mientras que buscaban la otra parte de
la inscripción, protegiéndoles del frío en los descansos, apartando el hielo
que obstaculizaba el camino...
Se sentía completamente en deuda
con ellos por haberle ayudado y ahora les seguiría por todas partes como un
ángel de la guardia. Luke y Emmy abandonaron la búsqueda de la palabra por el
laberinto y volvieron a la sala de las reinas. Allí Allan observaba la estatua
central, escribía en un papel la sílaba de la puerta del abismo y cambiaba de
dirección dirigiéndose al lugar desde el que los chicos le observaban. Emmy le
tapó la boca a Luke para que no dijera nada, pero el lobo se lanzó delante de
su camino y comenzó a ladrar. Allan le esquivó con saltos rápidos y lo aturdió
con patadas suaves por varios lados de su cuerpo. Después salió corriendo por
una puerta diferente a la que él había utilizado para llegar ahí.
Apareció en un túnel con miles de
estalactitas, donde el hielo era más frío y la niebla menos densa. En una
esquina se encontraba la mochila de Flora. Y más allá un montón de nieve con un
pequeño agujero creado por Candela. Cerró la puerta para ver la inscripción y pasó
la mano sobre ella. Despacio fue diciendo en alto:
-¿N… A…? Hum... Lo tengo.
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