lunes, 11 de junio de 2012

Capítulo 11 :)


Capítulo 11: Próxima parada...
Después de pasar la noche en la casa de Mar, abandonaron el bosque definitivamente.
-Te avisaremos para que vengas con nosotros en la búsqueda la última llave-Prometió Alice despidiéndose-.
En un par de horas llegaron al hotel y allí dejaron sus cosas, guardaron las llaves en la caja fuerte de la habitación y se sentaron cada uno en una silla dispuestos a pensar en lo que harían ese día. Iban en cabeza en la búsqueda de llaves así que se podían permitir un poco de descanso.
Flora metía y sacaba la cabeza y las manos del congelador y hervía agua con sus manos para distraerse. Emmy leía la guía de Sienseur, Alice y Raquel chateaban con su móvil con gente de Londres contándoles donde estaban y Luke miraba por la ventana pensando en la carta que había leído el día anterior. Tao llamó a la puerta y Emmy corrió a recibirle.
-¿Qué os parece si vamos a desayunar al restaurante más lujoso para celebrarlo?-Preguntó Tao-.
Flora saco la mano de la tartera en la que estaba hirviendo agua y le saludó.
-A mi me parece bien. ¿Qué decís vosotros?-Dijo Flora esperando una única respuesta, la de Luke-.
-Haced lo que queráis, yo me quedaré aquí.-Dijo Luke-.
Poco después abandonaron la habitación y las tripas del pequeño comenzaron a rugir fuertemente. Acabó saliendo de la habitación, pero resignado.
...
-Emmy, ¡Pásame el pan!-Gritaba Flora desde una punta de la mesa-.
-¿¡Alguien sabe lo que va a pedir?!-Añadía Alice desde la otra-.
Justo entonces Luke aparecía en el bar, cabizbajo. Admiró los gritos y la alegría de todos, eso le enfadó tanto que gritó:
-¡Silencio! ¿Es que no os dais cuenta de que no vamos con ventaja sobre Allan? El sabe cuál es el siguiente lugar al que debe ir, pero nosotros no. Puede robarnos las llaves en cualquier momento y la competición se habrá acabado.
Todos se pusieron pálidos y se dieron cuenta. Recogieron todo y pasaron por delante Luke, que en ese instante se sentía satisfecho por lo que había conseguido.
En la habitación del hotel estaba todo revuelto, la caja fuerte estaba abierta y la rosa había desaparecido. Allan se había vuelto a hacer con ella.
Al pie de la cama encontraron un papel pequeño con algo escrito a máquina sobre él. Era un pasaje de avión hacia Bogotá, se le había caído a Allan al salir de la habitación. A cambio de una llave habían conseguido descubrir su próximo destino. Luke se sentía bien, había sido un buen cambio.
Llamaron a Mar para contarle que dentro de tres días saldrían hacia Bogotá, ella se alegró y decidió ir con ellos. Candela y Tao hicieron las maletas para ir con ellos.
Luke decidió que al llegar a Bogotá comenzaría la investigación para descubrir que había ocurrido con el campamento y para que lo había hecho.
Mirando a Colombia, esta vez, los chicos se adentraron en una nueva aventura.

Capítulo 10 :)


Capítulo 10: Vive.
Los niños se aproximaban al abismo, agarrándose a los salientes de las paredes para no caer. Procurando no resbalar, ni tropezar con el hielo suelto. Cuando llegaron al final, donde se suponía que debían saltar, Flora tropezó con el hielo y se deslizó hasta salirse del camino. Todos le gritaron y le siguieron para intentar cogerla, pero cayó de todas formas. Se acercaron al borde, enmudecidos por la situación en la que se encontraban y vieron a Flora suspendida en el aire. La niña miró hacia arriba y se rió.
-¿Acaso con esa llave puedes también volar?-Preguntó Luke incrédulo-.
-No tonto, estoy apoyada en algo transparente.
Luke bajó con ella y le dio la mano, se levantaron, y echaron a andar. Los demás les siguieron observando cómo caminaban plácidamente. Esa sensación de levitación no duró mucho, el hielo que les sostenía se rompió y cayeron varios metros hasta llegar a un tobogán que les condujo hacia el fondo del abismo.
Se encontraban en una sala circular, sencillamente decorada por figuras de hielo que no se derretían bajo aquel frío. En el centro de la sala yacía Tao. Candela se acercó al cuerpo con la rosa en las manos y los demás se quedaron quietos mirándola. Colocó la rosa sobre su pecho y esperó a sentir vida de nuevo en aquel cuerpo. Tras unos minutos de agonía en los que todos se habían estado preguntando qué sentido tenía seguir esperando, Tao abrió los ojos. Candela empezó a derramar lágrimas que mojaron también el rostro del chico. Poco después de despertar, cuando recobró el conocimiento abrazó a Candela.
...
Salieron de la cueva con Tao en brazos de Alice. Hablándole de lo que había ocurrido con las llaves. Él pidió perdón una y otra vez hasta llegar a casa de Mar, donde se quedó dormido. Los chicos se sentaron alrededor de la chimenea contemplando el fuego y el calor que provenía de ella. Flora se puso la llave de la corona en una mano y, como demostración, metió la otra en el fuego. Así les demostró el poder de la llave. Luke sacó de su bolsillo un papel arrugado que empezó a leer poco a poco. Era parte del diario que habían perdido en la cueva, una hoja en la que su fiel compañero, explicaba los poderes de dos de las tres llaves. La carta iba dirigida a Luke.
Luke, pequeño, siento que sea así como nos despidamos pero no tengo otra opción. Tengo cáncer, moriré en un par de meses y no te digo nada para no preocuparte. A estas alturas estaréis a punto de meteros en la que será la mayor aventura de vuestras vidas. No confiéis en Allan, él ha sido quién os ha metido en esto. Me gustaría que, en mi memoria, busquéis las llaves y acabéis la investigación que he empezado. No os peleéis y estad siempre unidos. En vuestro camino conoceréis, seguramente, a chicos como vosotros, que han nacido para controlar las llaves y salvar el tesoro para que no caiga en malas manos. Ahora dirigíos a Siberia, os esperan allí más sorpresas, ánimo, siempre os estaré viendo y ayudando. Sobre mi testamento, os he dejado eso solamente para que os centraseis en la moneda que os condujo a Andrómeda. Era la única forma, lo siento. No te haré perder más el tiempo, me cuesta escribir, por ahora he descubierto que las dos primeras llaves os protegerán de daños externos y cambiaran la temperatura de vuestro cuerpo para acondicionaros a situaciones de calor o frío extremas. Gracias por el tiempo que le habéis dedicado a esto y por ayudarme con el campamento destello. Atentamente. Anthony Denil.
Luke empezó a llorar y se retiró a la sala más cercana, él sabía todo esto, pensó...
Flora entró en la sala:
-¿Ocurre algo?
-Flora, lee esto. Le dijo entregándole la carta.
-¿Luke, no te das cuenta de esto?
-No sé de lo que me hablas. Solo sé que debería haber leído esto antes.
-Ya te lo explicaré, pero... En las últimas frases habla del campamento destello, ese lugar me suena mucho. Creo que es donde le conocimos.
-Lo siento, no estoy para hablar de ello.
-Será mejor que duermas, yo hablaré con Emmy y las demás.-Dijo Flora arropándole y abandonando la sala intentando recordar más sobre ese campamento-.










Capítulo 9


Capítulo 9: La corona del frío.
-Me extraña que hayáis conseguido pasar de mi ejército como si nada.-Dijo Allan mandando un mensaje con su teléfono a otro grupo para que fuese a por los niños-.
Alice le atacó en cuanto pudo y así comenzó la pelea, con feroces ataques procedentes de ambos lados.
Mientras tanto en esa misma sala pero a unos 50 metros, Luke y Flora buscaban la corona y Emmy intentaba frenar a los hombres que la buscaban para Allan. Cada reina estaba adornada por joyas diferentes pero ninguna por la que le convertía en soberana. Buscaron por todas las esquinas pero no encontraron nada. Solo telas de araña y polvo, pero la quinta reina, de la tercera columna, del octavo grupo llevaba algo especial. Bajo su hombro guardaba una cajita de hielo. Su cerradura era de metal y se abría solamente pulsando en un pequeño botón de su tapa. Despacio, se fue abriendo la caja de la muchacha que la poseía, destapando la corona más majestuosa que habían visto los chicos hasta entonces. Los bordes era de plata, la base de oro y el resto, salvo por alguna joya que llevaba incrustada, era de hielo. Flora la guardo en el bolsillo de su chaqueta y salió corriendo hacia la estatua de la más grande de las reinas. Luke la siguió contemplando el esmero que ponía en aquello para que saliera bien. Pegó un grito para que Emmy le siguiera y esta dejó lo que estaba haciendo para poder ayudarles. Llegaron a la estatua y junto a ella se encontraba Alice agotada, intentando que le afectase alguna de sus patadas o puñetazos, pero a Allan eso parecía imposible. El se mantenía en pie recibiendo sus ataques y de vez en cuando lazando alguno él. Vilca se levantó y le atacó por detrás, mordiéndole un brazo con tanta fuerza que se lo rompería si no fuera porque una vez más no le pasó nada. Así siguieron Vilca y Alice, atacando sin resultado. Una vez más Vilca le dio un zarpazo en la mano creándole una gran herida. Pero a la velocidad de un rayo la herida se cerró completamente. Todos se quedaron paralizados al ver que la piel se había regenerado inmediatamente después del golpe. Él agachó la cabeza y se rió, se quedaron contemplándolo para ver si decía algo pero no se movía. Cuando Luke se acercó a la reina para poner sobre ella la corona, haciendo caso omiso al increíble acontecimiento que acababa de ocurrir, Allan le miró y dijo:
-Dame eso pequeño, no creo que quieras que a tus amigos les pase algo malo. A mí no me pueden hacer nada, con esta rosa-Dijo sacando la llave de su bolsillo- puedo curarme en cuestión de segundos y no puedo morir por golpes o daños externos. Por eso le llaman la rosa de la vida eterna. Algo me dice que no erais conscientes del valor de las llaves, que pena.
-Luke, no le hagas caso, coloca la corona.-Gritó Candela-
-Ya sabes, dámela si no quieres que le pase nada malo a tu amiga.-Le recordó Allan-.
A Luke le tembló el pulso en el momento de colocarla e hizo que se le callera. Allan saltó para cogerla y nadie le intentó frenar. Los chicos habían dado por perdida la batalla y ya Emmy junto con Alice se retiraban hacia la salida de la cueva. Cabizbajos, abandonaban la sala uno a uno, pero Flora se quedó observando cómo Allan la colocaba.
Sonó un click en la sala al colocar la corona y las antorchas de las paredes se encendieron. En cuestión de segundos el techo se desplomó a varios metros de los chicos dejando pasar un rayo de luz que iluminaba a la reina de hielo. Su rostro se empezó a deshacer, así como el resto del cuerpo que derretía ante todos. El calor de las antorchas y la luz del sol hacían desaparecer a la reina poco a poco. Cuando ya la mayor parte de su cuerpo era agua, la llave apareció en el centro de la figura. Flora se lanzó a por ella en un momento en el que Allan se había despistado, la agarró y tiró de ella sacándola por fin de su pedestal. Corrió delante de Allan hasta los chicos pero ellos no se dieron cuenta de lo que acababa de suceder y cerraron la puerta dejando a Flora sola con Allan en aquella sala. Flora siguió escapando hasta llegar al montón de escombros que se habían quedado amontonados en la sala tras la caída del techo. Aunque le llevaba varios metros de ventaja, al salir a la superficie, él le agarró y la tiró contra la nieve. Volvían a estar en el bosque, rodeados de árboles nevados, niebla, frío y a su lado un lago semejante al que había en la entrada de la cueva. Allan agarró el brazo de la niña y la empujó hacia el lago para ahogarla y poder llevarse la llave que guardaba en sus manos. Florase dejó llevar por el cansancio y se hundió en la frías aguas del lago. Mientras que Allan sufría las bajas temperaturas, Flora sentía que el agua estaba a la temperatura perfecta, podía pasar allí horas. Allan volvió a la superficie, inconsciente, después de intentar arrebatarle la llave a Flora.
Justo entonces, Mar apareció en la escena y corrió hacia Allan para ayudarle. Una llave sobresalía de su bolsillo, Mar la cogió y de repente sus manos se curaron, las marcas de congelamientos desparecieron. Separó la llave para confirmar que era por ella, pero aún así no volvieron las marcas. Allan se despertó y salió corriendo del lugar asimilando la derrota. Raquel llegó poco después y sacó a Flora del lago temiendo que hubiese muerto. Flora abrazó a Raquel y le contó lo que había pasado. Acto seguido los demás llegaron al exterior y contemplaron la estampa en la que las dos chicas se abrazaban y Mar disfrutaba de la que sería su nueva vida sin tener que preocuparse del frío. Así, con toda la rabia de que la hubieran dejado sola con Allan, Flora dijo:
-Os perdono, ya se ha olvidado de mí mucha gente.-Dijo sonriendo entre lágrimas-, pero os tengo que contar lo que me acaba de suceder.
Vilca se acercó a ella y le lamió la cara.
-Flora, lo sentimos, no nos dimos cuenta de que te habías quedado dentro y luego cuando volvimos no estabas en la sala así que escalamos por los escombros. ¿Qué es eso que nos tienes que decir?-Preguntó Emmy-.
-Tengo la llave de la corona y he descubierto que también tiene un poder como la rosa.-Flora sujetó la llave que tenía en su borde la forma de una corona-.
-Yo me he curado-Dijo Mar sonriente-. Esa llave con forma rosa me ha curado.
-Mar, si tú tienes la llave de la rosa... Y Flora la de la corona... ¡Allan no tiene ninguna!-Dijo Luke en un tono triunfador-.
-¿Es que nadie me va a preguntar cuál es el poder la nueva llave?-Gritó Flora-.
-Yo te escucho, pequeña. ¿Cuál es?-Respondió Emmy-.
-Por lo menos Emmy me hace caso. El poder de esta llave no sé exactamente cuál es, pero antes, cuando caí al lago no noté el frío. Tiene que estar relacionado.
Candela se mantenía a un lado pensando en su hermano, aunque ya hacia un rato que lo había asumido. Pero en la mente de Candela surgió una idea esperanzadora. Entre todo el barullo que se había montado por el descubrimiento de los poderes de las llaves, se abrió paso para contar su idea.
-Chicos, escuchadme.
Nadie le hacía caso y todos hablaban cada vez más alto haciéndose preguntas sobre el descubrimiento. Peleándose por usar las llaves y preguntando a Flora la experiencia. Candela gritó de tal manera que el bosque entero enmudeció.
-¡Silencio! [...] Ahora que me hacéis caso os digo, que he encontrado una forma de revivir a Tao.
-Candela, eso es imposible, ha muerto.-Dijo Emmy-.
-Lo sé.-Candela se acercó a Mar y le quitó la rosa de sus manos-. Pero esto puede revivirle, Allan dijo que curaba los daños externos. Así que le salvará, Tao ha muerto por una caída.
Los chicos se miraron entre ellos y se dispusieron a entrar para intentarlo, aunque la verdad era que todos menos Candela creían que no funcionaría.

miércoles, 9 de mayo de 2012

¿Qué os parece si os hago unas preguntillas? :)

¿Os gusta la novela?
¿Que queréis que pase?
¿Quién debe llevarse la llave de Siberia?
Comentad con las respuestas :) Gracias

martes, 8 de mayo de 2012

Capítulo 8 :)


Capitulo 8: Os dije que volvería.
Los chicos pasaron la noche bajo el hielo, separados pero unidos por las mutuas esperanzas de que un haz de luz iluminase su oscuro camino.
...
Alice guardó las manos en sus bolsillos y se mordió el labio inferior para que sus dientes no chasquearan con el frío. Raquel la seguía procurando no decir nada que le recordase a su padre. Comenzaba a hacerse mucho más fuerte la ventisca que estaba pasando por aquel bosque. La casa de Mar se podía divisar a varios metros, su cálida luz relucía tanto como las tenues luces del pueblo. Ambas chicas perdían la fuerza y sus piernas comenzaban a temblar, Alice ayudó a Raquel para que continuara caminando, pero esta se había desplomado sobre la nieve y ya no tenía ganas de moverse. Mar apareció en el camino y le cogió la mano, se levantó y continuaron caminando. Se sentaron junto a la chimenea y le contaron cosas sobre lo que las había pasado en Londres. El viento golpeaba la ventana, pronto la abriría o rompería el cristal. Si había conseguido tirarlas al suelo podría hasta derribar la cabaña. Así fue, tras unos minutos de tranquilidad, los cristales se rompieron. La puerta se abrió y el gato corrió hacia fuera por el miedo. Mar les ayudó a levantarse y salieron de allí siguiendo al gato. Pasaron por el mismo camino que el día anterior, lo dedujeron por la distancia desde el pueblo, porque era imposible saberlo por el paisaje. Ya sin contar que sin ventisca, es todo igual. Caminaron durante varias horas hasta llegar al lago, con todo aquel frío, el hielo se había endurecido y ya era seguro pasar por él.
Repitieron el camino que habían hecho los chicos antes hasta llegar a la plaza, allí se dirigieron bajando por el abismo pero antes de llegar al lugar donde se encontraban Candela y Flora, Mar dijo:
-Este lugar me da mucho miedo, no puedo seguir bajando.
-Yo tampoco, Alice, lo siento.
-¿De qué estáis hablando? No lo diréis en serio, ¿No?-Dijo Alice con los ojos como platos-.
-Alice, tengo miedo, frío, hambre, cansancio y sueño.-Respondió Raquel-.
-¿Crees que yo no? Pero más que eso, tengo ganas de encontrar a los niños, porque seguro que ellos tienen más miedo que nosotras. Si no vais a venir, la que lo siente por vosotras, soy yo.
-Te esperaremos fuera-Dijo Raquel llorando abrazada a ella-.
-Hay un atajo para llegar al pueblo pero es solo de ida. Podemos ir por ahí.
-Adiós, Raquel. Ahora sí, si cuando vuelvas a la caverna a buscarme porque no he ido al pueblo, no estoy, sabrás porque es.-Dijo Alice dándose la vuelta-.
Se separaron la una de la otra y caminaron en sentido contrario sin mirar a atrás. En el fondo Alice la entendía y se dijo mil veces a sí misma para no cambiar de opinión, que hiciera lo que hiciera siempre le querría.
A Flora se le iluminaron los ojos de alegría y corrió para abrazar a Alice. Esta le cogió al vuelo y la llevó hasta donde estaba Candela. Alice escuchó el relato de lo que había pasado con Tao y consoló a Candela, tras eso les dijo:
-Así que el único problema que tenéis para pasar es la distancia. Eso lo puedo arreglar yo.-Dijo agarrando a Flora y saltando con ella el abismo-.
-Me parece muy bien, pero yo peso mucho más que Flora... –Dijo Candela suspirando-.
-No te preocupes, puedo contigo.-Respondió Alice sonriendo-.
Cuando consiguieron pasar abrieron la puerta con la inscripción RO y llegaron a la sala de las reinas. Allí encontraron a Luke y Emmy junto con el lobo que provocó cierta impresión en Flora. Candela volvió a sonreír mientras que corría hasta el tremendo animal. Le abrazó con tanta fuerza que apenas podía respirar finalizado el saludo. Todos le miraron como si ella fuera la única que entendiese lo que allí ocurría y les estuviera ocultando algo. Por eso Candela se propuso darles una breve explicación...
-Esta es Vilca. Es un lobo de hielo, la última de su especie. Cuando éramos pequeños, Tao y yo, veníamos a la caverna con nuestros padres. Uno de esos días Tao encontró a Vilca herida y la curó con ayuda de mi madre. Vilca quedó agradecida de nosotros para siempre y se vino a la casa del pueblo como mascota. Cuando murió mi padre Vilca le encontró muerto y se asustó tanto que corrió de nuevo a la caverna. Después de eso no la volví a ver hasta hoy.
-Que historia tan bonita, Candela. –Dijo Flora mirando a Vilca-.  
-Vilca significa lobo en nuestro idioma. Pero... ¿Cómo le habéis conocido vosotros?-Respondió Candela-
-La vimos en el laberinto y nos persiguió porque le dimos de comer.-Comentó Emmy poniendo la mano en el hombro de Luke-.
-¿Qué os parece si pasamos al tema principal? Hemos visto a Allan entrando por esa puerta. ¿Sabíais que está en Siberia?-Preguntó Luke-.
-Lo sabemos, ha matado a Tao...-Dijo Candela derramando sus lágrimas sobre el blanco suelo de la estacia-.
Emmy y Luke se callaron, prefirieron no preguntar para no seguir hiriendo a Candela.
Volvían a estar todos juntos, menos por Raquel y Mar, que en ese momento caminaban por encima de sus cabezas buscando el atajo para llegar al pueblo.
...
Los chicos se colocaron delante de la reina más grande y escribieron las dos sílabas que ya conocían.
CO-RO-[...]
En ese momento Allan entró de nuevo en la sala con la mochila de Flora en la mano y diciendo:
-Corona. Eso es lo que hay que buscar y colocar sobre la fría cabeza de la reina maya de Siberia. Los mayas dominaron también Siberia y Andrómeda después de su expulsión de América. Os lo digo a sabiendas de que no encontraréis antes que yo la corona. Aún así os deseo toda la suerte que vais a necesitar.-Dijo Allan haciendo pasar al interior de la sala una docena de hombres vestidos de la misma forma que los que se habían encontrado en Andrómeda-.
No pasaron dos ni dos segundos y Alice, junto con Vilca, había empezado a luchar contra ellos. Derrotándolos poco a poco. Candela, persiguió a Allan por la sala sin decir nada. Esperando poder vengarse de él por la muerte de su hermano. Emmy, Luke y Flora empezaron a buscar, reina a reina, una corona para colocar sobre la corona de la mayor.
...
No pasó ni una hora y el pequeño ejército de Allan estaba fuera de combate completamente. Alice y Vilca buscaron por el lugar a los chicos, pero solo oyeron los pasos de Candela persiguiendo a Allan. Le siguieron hasta llegar al centro de la sala, Allan se paró y atacó a Candela con rápidas patadas. Vilca ayudó a Candela pero también fue derrotado por Allan. Era un uno contra uno. Allan contra Alice en una batalla por la llave de Siberia...

viernes, 4 de mayo de 2012

Capitulo 7 *-*


Capítulo 7: Las mil y una reinas
Unas cien filas de pequeñas estatuas con forma de reina se alzaban sobre las cabezas de Emmy y Luke. Cada una de ellas en una pose diferente y adornada por joyas de todo tipo. Collares, anillos, pendientes… Aunque ninguna corona. Caminaron por la sala pasando la mano por las reinas, apartándola por el frío y observando cada uno de los detalles tan marcados. En el centro se alzaba la reina más grande, tres metros de hielo y tremenda majestuosidad. A sus pies, un tabla de piedra con inscripciones. Luke se colocó delante de ella y empezó leer.
 Busca la […] de la reina.
Emmy apoyó sus manos sobre la tabla y empezó a pensar sobre ello. Había una palabra omitida en la frase, la respuesta tenía que estar dentro de la cueva, pero… ¿Dónde?
Luke volvió a la puerta e intentó abrirla un poco, para comprobar que la bestia se había ido. En efecto, estaba todo despejado, se metió de nuevo en el laberinto y dijo:
-Emmy, mira esto. Tiene que significar algo.-Dijo observando la inscripción de la puerta que decía CO-.
-A lo mejor es parte de lo que falta en la tabla.
-¿Y cómo encontraremos el resto de la palabra? Yo no quiero volver a perderme por el laberinto.
-Debe haber otra forma…
En ese momento la bestia salió de las sombras y se lanzó contra Luke. Intentó escapar pero no pudo, cuando se quiso dar cuenta ya no tenía salida. Cerró los ojos y sintió algo húmedo en la cara. Los volvió a abrir poco a poco y observó como el lobo le lamía la cara.
En señal de alivio, Luke suspiró acariciando su pelaje. El intimidante rostro de la bestia reflejaba serenidad, se sentía mucho más tranquilo que antes. Luke le acariciaba de tal manera que parecía que era su perro. De un momento a otro se oiría la frase:
-Emmy, ¿Nos lo podemos quedar?
Pero Emmy era la persona que más miedo le tenía a los perros y más si medían poco menos que ella. El lobo les trajo la mochila, pidiendo más comida como la que habían guardado allí. Al principio le dieron lo que tenían porque el pobre no debía comer normalmente, pero al acabárseles la comida el lobo seguía reclamando alimento. Les siguió mientras que buscaban  la otra parte de la inscripción, protegiéndoles del frío en los descansos, apartando el hielo que obstaculizaba el camino...
Se sentía completamente en deuda con ellos por haberle ayudado y ahora les seguiría por todas partes como un ángel de la guardia. Luke y Emmy abandonaron la búsqueda de la palabra por el laberinto y volvieron a la sala de las reinas. Allí Allan observaba la estatua central, escribía en un papel la sílaba de la puerta del abismo y cambiaba de dirección dirigiéndose al lugar desde el que los chicos le observaban. Emmy le tapó la boca a Luke para que no dijera nada, pero el lobo se lanzó delante de su camino y comenzó a ladrar. Allan le esquivó con saltos rápidos y lo aturdió con patadas suaves por varios lados de su cuerpo. Después salió corriendo por una puerta diferente a la que él había utilizado para llegar ahí.
Apareció en un túnel con miles de estalactitas, donde el hielo era más frío y la niebla menos densa. En una esquina se encontraba la mochila de Flora. Y más allá un montón de nieve con un pequeño agujero creado por Candela. Cerró la puerta para ver la inscripción y pasó la mano sobre ella. Despacio fue diciendo en alto:
-¿N… A…? Hum... Lo tengo.

jueves, 26 de abril de 2012

Capitulo 6:) Tao...


Capitulo 6: Teníamos un trato.
Tao caminaba tranquilo y sumiso hasta el abismo. Guardó la rosa en un paño para que no le pasase nada y empezó a descender por el camino que bajaba al fondo de aquel misterioso lugar. Procuraba no resbalar con el hielo ni tocar las paredes para evitar congelamientos y caídas innecesarias. En ese mismo instante, Candela entraba en la cueva. Llegó a la plaza tras caminar varios minutos bajó la gruesa placa de hielo que le cubría la cabeza, se apartaba la nieve de los hombros y se frotaba los brazos con el contrario para calentarse. Se quitó las gafas y se frotó los ojos. Caminó un poco más y empezó a oir gritos. Miró hacia los lados y corrió hasta la montaña de rocas y nieve de donde provenían los sonidos.
-¡Socorro!-Se oía al otro lado-.

-¿Quién está ahí?-Preguntó Candela-.
-Flora, por favor ayúdame
Candela apartó poco a poco las rocas hasta abrir un pequeño pasaje que conectaba las dos salas.
-Candela, gracias, pensaba que no salía…
-¿Dónde están los demás?
-Luke y Emmy se fueron por ese lado y Tao vino conmigo, de hecho fue él el que me dejo aquí encerrada. Se ha llevado la rosa.
-Ya suponía que Tao estaba haciendo tratos con gente muy rara. Esto tiene que ver con uno de sus tratos.
-¿Cómo que gente rara?
-Tao lleva una semana hablando con un hombre de traje rojo, hacía tratos con él, me dijo que ese hombre le había prometido mucho dinero…
-Allan… Está en Siberia.
-¿Quién es Allan, Flora?
-Te lo contaré por el camino, nosotras vayamos a buscarle. ¿Sabes a donde puede haber ido?
-Seguramente se halla ido por el abismo, no me he cruzado con él en la entrada y cuando venimos de pequeños a la caverna no le gustaba entrar en el laberinto. Puede perderse.
-Vamos a por él. No creo que Allan vaya a cumplir su parte del trato…
Mientras tanto, al borde del abismo, Tao esperaba sentado con la rosa en sus manos.
-Veo que has cumplido tu parte-Le dijo Allan sonriendo-.
-Aquí tienes, ahora dame lo que me prometiste…
-Lo siento pero no puedo dártelo, otra vez será.
Tao se levantó y corrió hacia él, Allan le esquivó pero Tao se supo mantener en equilibrio. Siguieron con la pelea hasta que en un desafortunado momento, Tao tropezó junto al abismo, se consiguió estabilizar pero en cuestión de segundos, Allan puso su mano en el pecho de Tao empujándolo sobre el oscuro pozo. Tardó en oírse el golpe de su cuerpo chocar contra el fondo.
Allan no miró más para ese lugar y siguió descendiendo. Llegó a un sitio en el que se acababa el camino, pero continuaba a varios metros. Era imposible saltar y claro, no se podía ir andando, miró al suelo  vio una inscripción que decía:
Пропустить, вы придете (Salta sin miedo)
Cerró los ojos, apretó los labios, cogió carrerilla y saltó. No llegó a la otra parte, pero al caer, chocó contra algo duro, transparente y frío. Miro hacia abajo y pudo ver como sus pies se mantenían en el aire sin que nada les aguantase, aparentemente, estaba flotando. Siguió caminando y subió al trozo de tierra donde se alzaba una alta puerta con la sílaba RO.
Justo antes de entrar, Candela y Flora aparecieron delante de él.
-¿Allan, dónde está mi hermano?-Le gritó Candela después de que Flora le explicase por el camino la historia de las llaves-.
-Digamos que ha bajado por el abismo, que pena que no vaya a volver a subir.-Se río él-.
El rostro de Candela se volvió pálido. Flora leyó la inscripción del suelo, pero ella apreciaba su vida lo suficiente como para no saltar. Allan abrió la puerta y se despidió de ellas en un tono irónico. Candela empezó a llorar, gritando sobre el abismo. Así se quedaron varios minutos, sin habla, sin consuelo de nadie…