Capítulo
9: La corona del frío.
-Me
extraña que hayáis conseguido pasar de mi ejército como si
nada.-Dijo Allan mandando un mensaje con su teléfono a otro grupo
para que fuese a por los niños-.
Alice
le atacó en cuanto pudo y así comenzó la pelea, con feroces
ataques procedentes de ambos lados.
Mientras
tanto en esa misma sala pero a unos 50 metros, Luke y Flora buscaban
la corona y Emmy intentaba frenar a los hombres que la buscaban para
Allan. Cada reina estaba adornada por joyas diferentes pero ninguna
por la que le convertía en soberana. Buscaron por todas las esquinas
pero no encontraron nada. Solo telas de araña y polvo, pero la
quinta reina, de la tercera columna, del octavo grupo llevaba algo
especial. Bajo su hombro guardaba una cajita de hielo. Su cerradura
era de metal y se abría solamente pulsando en un pequeño botón de
su tapa. Despacio, se fue abriendo la caja de la muchacha que la
poseía, destapando la corona más majestuosa que habían visto los
chicos hasta entonces. Los bordes era de plata, la base de oro y el
resto, salvo por alguna joya que llevaba incrustada, era de hielo.
Flora la guardo en el bolsillo de su chaqueta y salió corriendo
hacia la estatua de la más grande de las reinas. Luke la siguió
contemplando el esmero que ponía en aquello para que saliera bien.
Pegó un grito para que Emmy le siguiera y esta dejó lo que estaba
haciendo para poder ayudarles. Llegaron a la estatua y junto a ella
se encontraba Alice agotada, intentando que le afectase alguna de sus
patadas o puñetazos, pero a Allan eso parecía imposible. El se
mantenía en pie recibiendo sus ataques y de vez en cuando lazando
alguno él. Vilca se levantó y le atacó por detrás, mordiéndole
un brazo con tanta fuerza que se lo rompería si no fuera porque una
vez más no le pasó nada. Así siguieron Vilca y Alice, atacando sin
resultado. Una vez más Vilca le dio un zarpazo en la mano creándole
una gran herida. Pero a la velocidad de un rayo la herida se cerró
completamente. Todos se quedaron paralizados al ver que la piel se
había regenerado inmediatamente después del golpe. Él agachó la
cabeza y se rió, se quedaron contemplándolo para ver si decía algo
pero no se movía. Cuando Luke se acercó a la reina para poner sobre
ella la corona, haciendo caso omiso al increíble acontecimiento que
acababa de ocurrir, Allan le miró y dijo:
-Dame
eso pequeño, no creo que quieras que a tus amigos les pase algo
malo. A mí no me pueden hacer nada, con esta rosa-Dijo sacando la
llave de su bolsillo- puedo curarme en cuestión de segundos y no
puedo morir por golpes o daños externos. Por eso le llaman la rosa
de la vida eterna. Algo me dice que no erais conscientes del valor de
las llaves, que pena.
-Luke,
no le hagas caso, coloca la corona.-Gritó Candela-
-Ya
sabes, dámela si no quieres que le pase nada malo a tu amiga.-Le
recordó Allan-.
A
Luke le tembló el pulso en el momento de colocarla e hizo que se le
callera. Allan saltó para cogerla y nadie le intentó frenar. Los
chicos habían dado por perdida la batalla y ya Emmy junto con Alice
se retiraban hacia la salida de la cueva. Cabizbajos, abandonaban la
sala uno a uno, pero Flora se quedó observando cómo Allan la
colocaba.
Sonó
un click en la sala al colocar la corona y las antorchas de las
paredes se encendieron. En cuestión de segundos el techo se desplomó
a varios metros de los chicos dejando pasar un rayo de luz que
iluminaba a la reina de hielo. Su rostro se empezó a deshacer, así
como el resto del cuerpo que derretía ante todos. El calor de las
antorchas y la luz del sol hacían desaparecer a la reina poco a
poco. Cuando ya la mayor parte de su cuerpo era agua, la llave
apareció en el centro de la figura. Flora se lanzó a por ella en un
momento en el que Allan se había despistado, la agarró y tiró de
ella sacándola por fin de su pedestal. Corrió delante de Allan
hasta los chicos pero ellos no se dieron cuenta de lo que acababa de
suceder y cerraron la puerta dejando a Flora sola con Allan en
aquella sala. Flora siguió escapando hasta llegar al montón de
escombros que se habían quedado amontonados en la sala tras la caída
del techo. Aunque le llevaba varios metros de ventaja, al salir a la
superficie, él le agarró y la tiró contra la nieve. Volvían a
estar en el bosque, rodeados de árboles nevados, niebla, frío y a
su lado un lago semejante al que había en la entrada de la cueva.
Allan agarró el brazo de la niña y la empujó hacia el lago para
ahogarla y poder llevarse la llave que guardaba en sus manos. Florase
dejó llevar por el cansancio y se hundió en la frías aguas del
lago. Mientras que Allan sufría las bajas temperaturas, Flora sentía
que el agua estaba a la temperatura perfecta, podía pasar allí
horas. Allan volvió a la superficie, inconsciente, después de
intentar arrebatarle la llave a Flora.
Justo
entonces, Mar apareció en la escena y corrió hacia Allan para
ayudarle. Una llave sobresalía de su bolsillo, Mar la cogió y de
repente sus manos se curaron, las marcas de congelamientos
desparecieron. Separó la llave para confirmar que era por ella, pero
aún así no volvieron las marcas. Allan se despertó y salió
corriendo del lugar asimilando la derrota. Raquel llegó poco después
y sacó a Flora del lago temiendo que hubiese muerto. Flora abrazó a
Raquel y le contó lo que había pasado. Acto seguido los demás
llegaron al exterior y contemplaron la estampa en la que las dos
chicas se abrazaban y Mar disfrutaba de la que sería su nueva vida
sin tener que preocuparse del frío. Así, con toda la rabia de que
la hubieran dejado sola con Allan, Flora dijo:
-Os
perdono, ya se ha olvidado de mí mucha gente.-Dijo sonriendo entre
lágrimas-, pero os tengo que contar lo que me acaba de suceder.
Vilca
se acercó a ella y le lamió la cara.
-Flora,
lo sentimos, no nos dimos cuenta de que te habías quedado dentro y
luego cuando volvimos no estabas en la sala así que escalamos por
los escombros. ¿Qué es eso que nos tienes que decir?-Preguntó
Emmy-.
-Tengo
la llave de la corona y he descubierto que también tiene un poder
como la rosa.-Flora sujetó la llave que tenía en su borde la forma
de una corona-.
-Yo
me he curado-Dijo Mar sonriente-. Esa llave con forma rosa me ha
curado.
-Mar,
si tú tienes la llave de la rosa... Y Flora la de la corona...
¡Allan no tiene ninguna!-Dijo Luke en un tono triunfador-.
-¿Es
que nadie me va a preguntar cuál es el poder la nueva llave?-Gritó
Flora-.
-Yo
te escucho, pequeña. ¿Cuál es?-Respondió Emmy-.
-Por
lo menos Emmy me hace caso. El poder de esta llave no sé exactamente
cuál es, pero antes, cuando caí al lago no noté el frío. Tiene
que estar relacionado.
Candela
se mantenía a un lado pensando en su hermano, aunque ya hacia un
rato que lo había asumido. Pero en la mente de Candela surgió una
idea esperanzadora. Entre todo el barullo que se había montado por
el descubrimiento de los poderes de las llaves, se abrió paso para
contar su idea.
-Chicos,
escuchadme.
Nadie
le hacía caso y todos hablaban cada vez más alto haciéndose
preguntas sobre el descubrimiento. Peleándose por usar las llaves y
preguntando a Flora la experiencia. Candela gritó de tal manera que
el bosque entero enmudeció.
-¡Silencio!
[...] Ahora que me hacéis caso os digo, que he encontrado una forma
de revivir a Tao.
-Candela,
eso es imposible, ha muerto.-Dijo Emmy-.
-Lo
sé.-Candela se acercó a Mar y le quitó la rosa de sus manos-. Pero
esto puede revivirle, Allan dijo que curaba los daños externos. Así
que le salvará, Tao ha muerto por una caída.
Los
chicos se miraron entre ellos y se dispusieron a entrar para
intentarlo, aunque la verdad era que todos menos Candela creían que
no funcionaría.